Redactando mi trabajo sobre antropología he encontrado una palabra cuyo significado desconocía: Usufructo.
El usufructo (del latín usus fructus, uso de los frutos) es un derecho real de goce o disfrute de una cosa ajena. El usufructuario posee la cosa pero no es de él (tiene la posesión, pero no la propiedad). Puede utilizarla y disfrutarla (obtener sus frutos, tanto en especie como monetarios), pero no es su dueño. Por ello no podrá enajenarla ni disminuirla sin el consentimiento del propietario.
Automáticamente lo relacioné con el amor. Cuando dos personas se aman, se poseen, pero no son propietarias la una de la otra.
Ahí está precisamente la gracia, ¿no? En encontrar la felicidad de que el otro se deje tener, sin llegar a ser del todo nuestro...
"Y es tan frecuente como extraño, si no puede hacerte daño no te hará feliz."
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