Puestos a compartir, que sean sonrisas.

domingo, 31 de marzo de 2013

Un "te quiero"

Su respiración agitada, y el embalse de sus ojos a punto de desbordarse, si es que no lo había hecho ya...
Cómo las odié a todas. Por cada una de esas lágrimas que él derramó en mi almohada, por cada uno de los cortes que le hicieron.
Las odié tanto... Tanto como el agradecimiento de haber estado en su vida, de haberle hecho ser quien hoy es.

Nuestras pieles se tocaron en un abrazo desnudo en la oscuridad de aquella noche, que ya duraba demasiado para él.

Y puedo prometértelo, tal y como hice, que volverás a decir "Te quiero", y  ni siquiera importa que no sea yo la destinataria. Porque es algo de lo que estoy tan segura como de que todos los días vuelve a amanecer.
Amanecer.

Cómo hacerte comprender que en realidad, no se nos rompe el corazón, ni se nos atrofian los sentimientos. Que crees que te vas a morir, pero no te mueres, porque el corazón sigue latiendo.
Y si late, puede volver a amar.

Sin prisas. Cuando te des cuenta, estarás amando. Si es que no lo estás haciendo ya sin darte cuenta.


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