Puestos a compartir, que sean sonrisas.

lunes, 22 de octubre de 2012

Bueno, pues eso.

De vez en cuando, me llega una carta con remitente: Pasado. Del nuestro juntos, para que recuerde. 
Ya de mi boca, sale pocas veces tu nombre. Puedo observar una mueca en los rostros de mis margaritas, cuando me traen noticias tuyas. Supongo que recuerdan la peor parte de ti. Supongo que recuerdan mis trozos esparcidos por la habitación cuando ya no quedaba nadie allí -ni tú; ni yo tampoco. 
Me he prometido tantas veces no volver a dedicarte palabras... Pero parece que es inútil huir de una misma.
Al final, siempre callo a mis flores con una sonrisa. 
Sólo me queda darte las gracias por haberme obligado a superarme. Porque - ¡y el mérito es mío!- sin tu partida, no podría haber escrito sobre ella, claro. 
No podría haberlo transformado en bellas palabras.


jueves, 27 de septiembre de 2012

La perfección

¿Has sentido alguna vez la perfección en la piel?
Y no sólo en la piel; muchas capas más adentro también. Profundo, muy profundo. Desde lo más hondo, emergiendo a través de cada poro, cubriendo cada célula de la piel, acariciando cada vello hasta la superficie más externa... ¡Igualmente por el camino contrario! Hundiéndose tan dentro de mí, regando cada rincón, empapándome en ella.
Igual que la suave lluvia cala la tierra. 

Es la perfección. Es esa sensación de que todo está en su lugar, que todas las fuerzas del universo fluctúan y están a tu favor. 
Un mundo perfecto.

Un momento de raciocinio, un momento para bajar de la nube y analizarla desde el suelo... ¿Acaso desde el cielo se pierde la perspectiva de la contaminación que sufre la sociedad en general?

Pero es que yo no hablo de la perfección de un cuadro torcido en la pared. Hablo de no reparar siquiera en la inclinación. Efectivamente, desde el cielo se pierde la perspectiva. No sé lo lejos que queda el suelo. Pero tampoco me importa.

Una droga sana, de efecto placebo. 

Hablo de estar ciega. Ciega de amor.


Coser(te) en mi memoria

En esta ocasión no quiero sólo hablar, que las palabras se las lleva el viento. En esta ocasión, coseré las palabras a esta tela, para que sepas que están dirigidas a ti, tú que me lees ahora.

¿Te ha ocurrido alguna vez eso de leerte o escucharte en palabras de otro? Será cierto eso de que los mejores libros son aquellos que nos cuentan cosas que ya sabemos, cosas sobre nosotros.
O descubrirte en miradas ajenas ¿lo has hecho? ¿Has sentido el calor del abrazo de un desconocido?
Creo que las personas están unidas por  hilos de lana. Pero no de cualquier tipo lana; sino de la lana que sólo unos pocos saben ver... Es agradable cuando encuentras la persona que agarra el otro extremo de una de tus cuerdas. :)

Dedico esta entrada a todas aquellas personas a las que no conozco de nada, pero tengo la sensación de conocer de toda una vida. 
Mención especial a este Blog, con el que ahora también comparto sonrisas: 


sábado, 15 de septiembre de 2012

viernes, 24 de agosto de 2012

Sin compromisos

No se trataba de que hubiera quedado relegado al segundo plato. Ni de que lo pareciera.
Tampoco de saltarse el postre ni de asaltarlo. 
¡Que no! Que simplemente se trataba de querer gritarle al mundo su verdadero orden de prioridades. Sin compromisos.

lunes, 20 de agosto de 2012

1984

48. El que controla el pasado controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.
73. La ortodoxia era la inconsciencia
104. La libertad es poder decir libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por sus pasos contados.
204. Cuando se amaba a alguien, se le amaba por él mismo, y si no había nada más que darle, siempre se le podía dar amor.
206. Lo único importante es que no nos traicionemos, aunque por ello no iban a variar las cosas. 
-Si quieren que confesemos, lo haremos. Todos confiesan siempre. Es imposible evitarlo. Te torturan.
-No me refiero a la confesión. Confesar no es traicionar. No importa lo que digas o hagas, sino los sentimientos. Si pueden obligarme a dejarte de amar... ésa sería la verdadera traición.
207.Se mantendría siempre inexpugnable.
282. Lo más natural era seguir existiendo momentáneamente, aceptando otros diez minutos de vida aunque al final de aquellos largos minutos no hubiera más que una tortura insoportable.
322. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo.
323. Primero debes darte cuenta de que el poder es colectivo. El individuo sólo detenta poder en tanto deja de ser un individuo.
342. Por primera vez se dio cuenta de que la mejor manera de de ocultar un secreto es ante todo ocultárselo a uno mismo.

George Orwell