Puestos a compartir, que sean sonrisas.

martes, 20 de noviembre de 2012

Sweet dreams

¡Y qué razón tenía al decir que estaba viviendo un sueño!


Al despertar, tú seguías a mi lado.

Para cuando tengas ganas de odiar.

Igual que hay cosas por las que merece la pena sacrificar todos los días de tu vida, hay cosas por las que no merece la pena gastar la vida de un sólo día.

Y si de repente, esa Persona se derramara desde sus propios ojos, se convirtiera en un charco de agua  y se evaporara para siempre... ¿cuáles serían las últimas palabras que le dedicaste? ¿Te dejaste llevar por un impulso o es realmente lo que sientes por ella?
Y... ¿mereció la pena?

Mi turno. Y aplicándome el cuento, no odio personas. Odio enfadarme con personas. Y si de repente se instaurara un silencio eterno...me quedaré tranquila por no haber llenado el último segundo de sonido con una voz llena de veneno.  No merece la pena ese recuerdo. ¿No crees?

Es simple. Es darle la importancia que realmente tiene.
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Obviamente, hay silencios que siempre merecen la pena.



lunes, 22 de octubre de 2012

Bueno, pues eso.

De vez en cuando, me llega una carta con remitente: Pasado. Del nuestro juntos, para que recuerde. 
Ya de mi boca, sale pocas veces tu nombre. Puedo observar una mueca en los rostros de mis margaritas, cuando me traen noticias tuyas. Supongo que recuerdan la peor parte de ti. Supongo que recuerdan mis trozos esparcidos por la habitación cuando ya no quedaba nadie allí -ni tú; ni yo tampoco. 
Me he prometido tantas veces no volver a dedicarte palabras... Pero parece que es inútil huir de una misma.
Al final, siempre callo a mis flores con una sonrisa. 
Sólo me queda darte las gracias por haberme obligado a superarme. Porque - ¡y el mérito es mío!- sin tu partida, no podría haber escrito sobre ella, claro. 
No podría haberlo transformado en bellas palabras.


jueves, 27 de septiembre de 2012

La perfección

¿Has sentido alguna vez la perfección en la piel?
Y no sólo en la piel; muchas capas más adentro también. Profundo, muy profundo. Desde lo más hondo, emergiendo a través de cada poro, cubriendo cada célula de la piel, acariciando cada vello hasta la superficie más externa... ¡Igualmente por el camino contrario! Hundiéndose tan dentro de mí, regando cada rincón, empapándome en ella.
Igual que la suave lluvia cala la tierra. 

Es la perfección. Es esa sensación de que todo está en su lugar, que todas las fuerzas del universo fluctúan y están a tu favor. 
Un mundo perfecto.

Un momento de raciocinio, un momento para bajar de la nube y analizarla desde el suelo... ¿Acaso desde el cielo se pierde la perspectiva de la contaminación que sufre la sociedad en general?

Pero es que yo no hablo de la perfección de un cuadro torcido en la pared. Hablo de no reparar siquiera en la inclinación. Efectivamente, desde el cielo se pierde la perspectiva. No sé lo lejos que queda el suelo. Pero tampoco me importa.

Una droga sana, de efecto placebo. 

Hablo de estar ciega. Ciega de amor.


Coser(te) en mi memoria

En esta ocasión no quiero sólo hablar, que las palabras se las lleva el viento. En esta ocasión, coseré las palabras a esta tela, para que sepas que están dirigidas a ti, tú que me lees ahora.

¿Te ha ocurrido alguna vez eso de leerte o escucharte en palabras de otro? Será cierto eso de que los mejores libros son aquellos que nos cuentan cosas que ya sabemos, cosas sobre nosotros.
O descubrirte en miradas ajenas ¿lo has hecho? ¿Has sentido el calor del abrazo de un desconocido?
Creo que las personas están unidas por  hilos de lana. Pero no de cualquier tipo lana; sino de la lana que sólo unos pocos saben ver... Es agradable cuando encuentras la persona que agarra el otro extremo de una de tus cuerdas. :)

Dedico esta entrada a todas aquellas personas a las que no conozco de nada, pero tengo la sensación de conocer de toda una vida. 
Mención especial a este Blog, con el que ahora también comparto sonrisas: 


sábado, 15 de septiembre de 2012